jueves, 19 de septiembre de 2013

Reduccionismo cultural ilustrado

Hace algunos años trabajaba en una consultora de opinión pública e investigación de mercado, de la cual mejor no recordar el nombre. Tenía una compañera encargada de reclutar entrevistados para hacer focus group: una metodología donde se reúnen personas de un mismo target dentro de una cámara gesell y se les hacen preguntas, testean productos, debaten ideas, etc.
Un día cayó un proyecto para una empresa de TV por cable que buscaba conocer la opinión de los inmigrantes y descendientes de chinos en Buenos Aires, con vista al posible lanzamiento de señales en su idioma. Todo muy lindo, pero la tarea del reclutamiento se complicó bastante: la mayoría de los chinos residentes en Argentina no hablaban español fluido como para responder una entrevista y sus descendientes no parecían interesados en participar.
Los días pasaban, se acercaba la fecha del estudio y los reclutados eran cero. La señorita S, encargada de la tarea, era una buena persona pero muy ansiosa y atolondrada. Esta es una conversación que tuvimos una mañana:

S - Hola Euge, buen día ¿Viste que estamos reclutando chinos para el estudio? Bueno, necesito pedirte un favor ¿Me podrías ayudar...? Me dijeron que vos estudiás chino...
E - No, no estudio chino, estudio japonés.
S - Bueno, está bien, chino, japonés, qué se yo... estamos buscando chinos que quieran  participar del focus, ¿Vos tenés algún compañero chino en la clase?
E - No, ninguno.
S - ¿Y tu profesor...? ¿No querrá participar del estudio...?
E - No, mi profesor es japonés, no chino. La clase es de idioma japonés, no chino.
S - ¿Y tu profesor...? ¿El no conocerá algún chino...?

El clima creado en la oficina podía dividirse en dos: los que escuchaban horrorizados de la ignorancia de S y los que no podían entender cómo yo no conocía chinos y carecía de la capacidad de comunicarme con ellos.

S - ¿Pero no hay chinos ahí...?
E - No, salvo por algunos profesores, todos son argentinos. Tampoco hay descendientes de chinos, o al menos nunca vi ninguno.
S -¡Pero como es posible...! Si ahí no hay chinos... ¿Dónde voy a encontrarlos...?
E -  Que se yo, podés probar en una escuela de idioma chino...
S - Che ¿Y si me acompañás al supermercado de la vuelta y le preguntás al chino en su idioma por algún amigo o familiar que quiera participar del estudio...?
E - S, ya te dije que no estudio chino, sino japonés. China y Japón son países distintos, con diferente idioma y cultura, no puedo ayudarte.

Cuando evidenció que su insistencia no daba frutos, S pegó media vuelta y se fue. Seguro pensó que yo carecía de buena predisposición, porque el resto del día me miró con cara de pocos amigos.
S es otra víctima más del reduccionismo cultural. Y antes que piensen que se trata de "falta de educación", les comento que esta chica tenía un título universitario en Ciencias Sociales.



lunes, 22 de julio de 2013

Mis lunes

Mucha gente detesta los lunes. Una evidencia de ello son los cientos de memes que inundan la pantalla de nuestro facebook cada inicio de semana. La razón es más que obvia: la mayor parte de la población comienza su semana laboral y los que no también tienen su "lunes" personal cuando el franco cae fuera del fin de semana.


En mi caso, el único momento en el que recuerdo haber detestado los lunes fue mi infancia. Esos atardeceres domingueros cargados de la certera pesadez que al otro día se terminaba la alegría. No me gustaba mi escuela primaria ni la mayoría de mis compañeros, toda mi semana era una espera eterna hasta el viernes cuando sabía que tenía por delante dos jornadas completas para jugar y mirar hasta el hartazgo películas de Michael Fox, mi amor platónico infantil.
La adolescencia me dio revancha y un mejor escenario en la secundaria. Los lunes ya no eran tan fatales por dos motivos: volvía a ver a mis amigos y cursaba Historia y Educación Cívica, mis materias preferidas.
Los años universitarios y posteriormente laborales no me afectaron: si bien son días menos divertidos que los viernes, no me identifico como esas personas cuya vida es una eterna espera del fin de semana. Quiero aclarar que he tenido trabajos malos, jefes déspotas y tareas insoportables, pero nunca pudieron modificar mi inmunidad hacia los lunes. Creo que el motivo principal radica en que tengo malos recuerdos de los tiempos que siendo niña mi existencia estaba en stand by hasta el fin de semana: cuando pensas tu vida de lunes a viernes como días sólo  para "quemar" e intentas construir tu existencia con sábados y domingos, poco a poco vas ganando cierto vacío dentro tuyo.


Un bueno antídoto es buscar actividades para hacer durante la semana y ¡Qué mejor ubicarlas en un lunes!
Desde hace 2 años mis lunes son días de japonés. Luego de varios cambios de horarios y compañeros, me estabilicé en un curso los lunes por la tarde/noche. Lo peor de este horario es que el ochenta por ciento de los feriados caen lunes y  pierdo muchas clases. Lo mejor es saber que el primer día laboral es también uno de los más divertidos de la semana.
Sobre cómo estudiar japonés cambió mi vida de una forma profunda y radical es un tema recurrente en mis reflexiones, y estas transformaciones van más allá del manejo de un idioma extranjero porque alcanza dimensiones intimas ligadas a mis afectos y mi forma de percibir la vida. Siento que me hizo una persona más abierta y bien predispuesta a las nuevas experiencias, más optimista ante la realidad y más tolerante a lo displicente. Por ende, creo que he ganado un poco más de inmunidad a los lunes y no sólo porque es la jornada donde me olvido del español durante dos horas sino porque también me recuerda que siempre hay otra visión de la vida, otro patrones culturales para percibir la realidad.

Imágenes: weheartit.com



lunes, 7 de enero de 2013

メッシ気持ちいい。。。

Hoy la FIFA a galardonado a Lionel Messi como el Mejor Jugador del Año, entregándole el Balón de Oro por cuarta vez consecutiva.
Hablando con sinceridad no entiendo NADA de fútbol: nunca miro partidos -salvo cuando Japón jugó cuartos de final en 2010- ni siquiera cuando juega Argentina, pero no por eso estoy ajena a la fama de Messi. Cuando estuve en Japón el año pasado vi chicos con remeras de la selección argentina con el nombre de Messi e incluso su foto con los colores albicelestes decoraba grandes negocios de ropa deportiva. Y esa fama le abrió la puerta a un extraño privilegio del que gozan los famosos extranjeros en Japón: filmar publicidades divertidas.
Esta tendencia comienza años atrás cuando aún no existía You Tube ni las redes sociales y lo que las estrellas de Hollywood filmaban en Japón "moría en Japón". Así es como personajes glamorosos tales como Nicholas Cage, Andold Schwarzenegger y Van Damme realizaron comerciales de chicles o juegos de azar, siempre dentro de los códigos de comunicación y del humor típico de los nipones.
Hace unos días comenzó a circular en Internet una publicidad que tiene como protagonista a Lionel Messi; ahí aparece vendiendo una crema de limpieza facial de la marca Angfa.
¿Qué dice Messi? "メッシ気持ちいい。。。" es un juego de palabras, donde mezcla su nombre (en japonés se pronuncia "Meshi") con el término "いい気持ちいい" que sugiere una sensación placentera. En la última frase dice que tanto él como la empresa Angfa tienen 25 años, aludiendo a que ambos si bien son jóvenes ya tienen éxito en su rubro.
¡Que honor que un argentino haya llegado tan lejos!



domingo, 30 de diciembre de 2012

Fin de año

Sin que me diera cuenta estamos en las últimas horas de 2012... sin dudas fue un buen año personal: pude visitar por primera ves el país de mi sueños y mejorar un poco más en el estudio de 日本語. También tuve la oportunidad de realizar un curso sobre historia japonesa con Cecilia Onaha, donde gané una visión integrada de cómo fue la construcción de la Nación nippona desde sus orígenes hasta la actualidad. Y fui a un bon odori... ¡Por primera vez! En breve escribiré un poco sobre esta experiencia.


 ¡Y pasó la Navidad...! Por primera vez la pasamos en el hogar que compartimos con Pablo junto a otros familiares. Como no podía ser de otra manera hicimos un plato japonés para la cena de Nochebuena: kare raisu (カレ-ライス);  a pesar del calor -y gracias al aire acondicionado- todos disfrutaron mucho de esta comida mientras afuera la temperatura superaba los 35 grados.
Para la puerta de mi casa hice unos origami navideños junto con un Hello Kitty confeccionado para la ocasión:

La puerta del "2do B" decorada :)

Hace un ratito terminamos de hacer el Oosouji (大掃除): fueron dos días de intenso trabajo pero pudimos limpiar la casa al 100% - incluso aquellos recovecos olvidados - y tirar muchos objetos que se van acumulando inútilmente. Con la casa limpia y arreglada es más fácil llenarse de optimismo y ganas de emprender nuevos caminos en 2013.

Desde este humilde espacio les deseo un muy feliz y próspero 2013.
¡Gracias por acompañarme!




miércoles, 28 de noviembre de 2012

Herramientas para estudiar japonés II

Explorando las aplicaciones para Chrome me encontré con Rikaikun, una herramienta que nos permite traducir kanji en textos online.



Una vez instalado, sólo hay que pasar el cursor sobre el kanji que queremos traducir y veremos un popup con las distintas acepciones. Les dejo este video ilustrativo:


Rikaikun puede usarse tanto el Chrome como en Mozilla.

domingo, 25 de noviembre de 2012

アルゼンチンの花見 - El Hanami Argentino

El Hanami (花見) es la tradición japonesa de contemplar los cerezos en flor durante las primeras semanas de la primavera. Turistas de todo el mundo asisten para observar como los parques de cada una de las ciudades niponas se visten de todas las gamas del rosa. Pero en Argentina tenemos también un fenómeno floral de gran belleza: el florecimiento del jacarandá.


El jacarandá es un árbol típico de las zonas subtropicales del noroeste de Argentina- como Tucumán, Salta y Jujuy -, pero como tiene la propiedad de adaptarse a climas más secos o templados también se lo encuentra en Buenos Aires. Al igual que el cerezo cuando florece no tiene hojas, convirtiendo su copa en una nube color violeta;  a medida de transcurren los días las flores van matizando el gris de las calles porteñas.

Vista aérea de Buenos Aires durante el florecimiento del jacarandá

viernes, 9 de noviembre de 2012

Visitas desde Japón

Hace tiempo por medio de las redes sociales - mientras organizaba mi viaje a Japón- conocí a Keizo, un nisei paraguayo quien desde hace tres décadas vive en Kagawa, Shikoku. Como mi papá es paraguayo inmediatamente tuvimos buena onda: charlamos mucho sobre el tereré, Asunción y Chilavet entre otras cosas. Por cuestiones laborales Keizo viaja a Argentina una vez por año, realizando estudios para la empresa agropecuaria japonesa en la que trabaja.
Al poco tiempo de hablarnos, viene a mi país en su visita anual y por supuesto lo invitamos a comer a casa, donde lo agasajamos con empanadas salteñas y humita. Toda la noche la conversación -mitad nihongo y mitad español - saltó de un lado a otro de Oriente y Occidente, de la chipá al sushi, del Enka a las polkas, sin escalas. También nos contó de sus numerosos viajes por el mundo -por negocios y por placer- en los que además de pasear, le gusta hacer amigos con quienes compartir vivencias.
Hablando de nuestro próximo viaje a Japón, Keizo nos invita a conocer la región donde vive; así acordamos en pasar tres días en la zona de Kagawa.


Unos meses después nos reencontramos en su tierra, una población rural llena de belleza y paz. Recorrimos muchos lugares, unos de los puntos más altos fueron el Ritsurin Koen y el Awa Odori, que durante el verano es un festival callejero pero el resto del año se representa en un teatro local.
Mis momentos preferidos en Shikoku fueron dos: en primer lugar la oportunidad de visitar un lugar poco explorado por los turistas extranjeros, donde todos los habitantes se maravillaban antes nuestra presencia y nos preguntaban muy curiosos "por qué se nos había ocurrido ir ahí".
El segundo fue ir en ocasión de un matsuri de primavera que organizaban los campesinos de la zona: creo que fue la expresión cultural japonesa más autentica que vi en todo el viaje. Los habitantes de las poblaciones más cercanas levantaban las carrozas sobre sus hombros para luego pasearlas como augurio de una buena temporada de cosechas.


Nos despedimos luego de tres días intensos e inolvidables, prometiendo volver a vernos pronto en Buenos Aires.

Hace unas semanas recibí un correo donde me contaban que estaba llegando a Argentina en breve. Keizo es un hombre de muchas amistades y tenía sólo un par de días en Buenos Aires antes de viajar al interior, donde trabaja. Lo invitamos a comer un asado a una parrilla de Palermo llamada "Don Julio", porque lamentablemente vivo en un departamento y no tengo dónde cocinarlo.
Comimos, charlamos y nos reímos hablando de nuestras vidas y viajes; Keizo es una persona muy conversadora, de risa fácil y a quien le gusta mucho disfrutar de la vida de forma intensa.
Como nos había prometido durante nuestro encuentro en Shikoku, nos trajo de regalo unas yukata para cada uno junto con un par de getas. Como se ven en las fotos ¡Son divinas!


Estudiar japonés ha enriquecido mi vida de una manera increíble. Y una de las mejores cosas que me ha sumando son las amistades que he forjado en estos años... junto a Keizo, muchas personas más que ahora forman parte de mi mundo y a quienes valoro muchísimo. A todos ellos -y en especial a Keizo- les digo... どうもありがとうございます!


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